Carlos solo quería encontrar trabajo, como infinidad de españoles. Para ello, rastreaba el mercado buscando empresas que pudieran necesitarle enviándoles su Currículum Vítae a través de un email adjunto a una pequeña carta de presentación. Nada fuera de lo común, vamos. La sorpresa le llegó cuando una de estas compañías le contestó, aunque no fue precisamente para admitirle ni para rechazarle: fue para humillarle públicamente.
Así le ocurrió a nuestro protagonista cuando mandó su solicitud esta misma semana por correo electrónico a Riot Cinema Collective, una productora encargada de crear películas, anuncios, diseños y otros productos relacionados con el mundo audiovisual. En él se presentaba educadamente a través de tres párrafos y mostraba su interés laboral.
Aqui adjunto el curriculum y su respuesta.
Aqui adjunto el curriculum y su respuesta.
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